La profesional fue una de las 38 destacadas en la ceremonia de cierre del programa formativo del Nodo CIV-VAL, que busca fortalecer las capacidades de innovación y gestión territorial.
En una jornada que reunió a más de 100 representantes del ecosistema científico, tecnológico y de innovación, la Cumbre Líderes CTCI del Nodo CIV-VAL consolidó un espacio de conexión y proyección para la Región de Valparaíso.
El evento, que tuvo lugar en el marco del cierre de los encuentros interdisciplinarios 2025, no solo presentó los resultados del trabajo del Nodo, sino que también fue el escenario para reconocer a los profesionales de la primera versión del Curso de Gestor CTCI, entre los que se encontró la Neofoquina Erika Sagardía.
El curso, organizado por el Nodo CIV-VAL y certificado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), formó a 38 profesionales de las regiones de Coquimbo y Valparaíso con el objetivo de abordar una brecha clave en la macrozona centro: la desconexión entre los sectores público, académico y productivo en el ámbito de la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI).
Al ser consultada por el programa, Sagardía explicó que la iniciativa “entregó herramientas para que los/as participantes lograran adquirir conocimientos sobre su relación y aplicación en el territorio”. Asimismo, señaló que el plan formativo “abordó conceptos básicos que permitan comprender y sumar capacidades, sobre la gestión de proyectos de transferencia tecnológica e innovación, preparando profesionales y/o técnicos afines a los cambios y dinamismos existentes en la sociedad actual”.
Para Erika, recibir este reconocimiento tuvo un profundo significado personal y profesional, pues permitió “profundizar en conocimientos sobre la Gestión CTCI y conocer algunos aspectos novedosos, que son fundamentales en este momento, en el que estoy participando de nuevas iniciativas de Investigación”.
“En general todas las herramientas y conocimientos recibidos son valiosos, pero si tengo que destacar algo sería la actualización del estado de los ecosistemas CTCI en el país y la región, y los sistemas de transferencia tecnológica y propiedad intelectual que son temas que no manejaba del todo. Por otro lado, el poder compartir y conocer a otros gestores de la macrozona fue una excelente oportunidad para aprender del trabajo que se está realizando y generar redes”, añadió.
Finalmente, Erika Sagardía reflexionó sobre el impacto colectivo de este tipo de instancias formativas, señalando que “son fundamentales, ya que no sólo permiten mejorar las conexiones entre los diferentes actores, sino que también mejora las capacidades de los gestores ya existente, fortaleciendo el ecosistema CTCI desde su base”.
La Cumbre Líderes CTCI fue organizada por el Nodo CIV-VAL y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Instancia que permitió conectar a más de 100 representantes del ecosistema científico en la Región de Valparaíso.