La importancia de las habilidades científicas en las aulas escolares

Las bases curriculares determinadas por el Ministerio de Educación de Chile establecen oportunidades en la asignatura de Ciencias Naturales para que las y los estudiantes desarrollen integradamente los conocimientos, habilidades y procesos de investigación científica que se les ofrecen.

Estas bases incluyen objetivos de aprendizaje (OA), habilidades científicas (OAH) y objetivos actitudinales (OAA). Entre estos, son los dos primeros los que resultan de interés para este artículo.

Los objetivos de aprendizaje conllevan una serie de indicaciones y ejemplos sobre cómo abordar cada uno de los fines de cada unidad (que generalmente son cuatro). Por otro lado, las habilidades científicas presentan orientaciones sobre cómo poder abordar estos fines, sin especificar ninguna acción dentro o fuera del aula, quedando a criterio del docente cómo los aplicarán.

Las habilidades científicas que se pretenden trabajar en las escuelas son las siguientes:.

Tabla 1. Habilidades científicas declaradas. Bases curriculares 2012.

Con esto presente, se plantea la pregunta: ¿las bases curriculares logran reflejar el desarrollo efectivo de las habilidades científicas en los y las estudiantes?

En 2018 se aplicó dentro de las aulas chilenas la prueba estandarizada PISA (Programme for International Student Assessment) la cual reveló que los estudiantes del país se encuentran a la cabeza, a nivel latinoamericano, en las asignaturas de ciencias y lenguaje.

PISA incluye a 79 países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Dentro de estos, Chile queda número 44 en la competencia científica. Japón, que en 2015 propuso eliminar las carreras de humanidades de las facultades universitarias, se encuentra en quinto lugar de los resultados de la misma prueba.

Si bien aquella no es una medida que se fomente replicar, sí evidencia el interés del país asiático por el desarrollo del área de conocimiento científico, que le permitió ascender 40 puntos en la evaluación.

Volviendo a Chile, muchos establecimientos educacionales no cuentan con la infraestructura para el desarrollo de ciertas habilidades, como lo son experimentar, explorar, investigar, medir, usar instrumentos, modelos, entre otros.

En las aulas se habla de científicos y grandes descubrimientos: la ley de gravitación universal, el modelo mecano-cuántico de la materia, las leyes ponderales, la teoría del Big Bang, la teoría de la Evolución o la estructura del ADN.

Estos pueden aparecer inalcanzables para nuestras mentes de estudiantes latinoamericanos, pero la respuesta reside en las habilidades científicas, que corresponden a un acercamiento pragmático al rol social de las ciencias naturales.

¿No es acaso más interesante investigar por qué los árboles de mi comunidad ya no dan tantos frutos como años anteriores, o medir y observar el descenso de velocidad de los vehículos en el paso de cebra puesto afuera de a escuela, que tan solo leerlo en un libro de texto?

Así las habilidades científicas nos permiten realizar investigación de nuestros territorios y proponer medidas desde una perspectiva científica. Estas se convierten en un medio para seducir a las nuevas generaciones por carreras del área científica, logrando generar conocimiento desde nuestras experiencia, frenar problemas locales, o simplemente mejorar nuestras vidas desde el conocimiento.