Ensayos nucleares: cuando los conflictos escalan de nivel

Muchos habrán escuchado en clases de historia acerca de las bombas nucleares, una de las tácticas militares más potentes que hemos evidenciado en el mundo. Sin embargo, antes de poder efectuar una acción de esta envergadura, primero es necesario realizar ensayos nucleares.

¿Qué es un ensayo nuclear?

Este concepto se entiende como la detonación, a modo de prueba, de un arma nuclear para poder medir tanto su alcance como la cantidad de energía liberada en este proceso. Dichos ensayos nacen del deseo de los países por superar a sus oponentes en un contexto de conflictos bélicos, de hecho, el primero de estos —la prueba Trinity— se realizó en 1945. No obstante, luego del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares de 1996, estos se consideran ilegales.

Los ensayos nucleares se pueden clasificar según el lugar en donde se hace efectiva su detonación. Si la detonación ocurre en las profundidades del mar, este se conoce como Ensayo Submarino; cuando esta se efectúa bajo tierra, es un Ensayo Subterráneo; sin embargo, si sucede en la troposfera, es decir, el espacio entre la superficie terrestre y la atmósfera, se denomina Ensayo Atmosférico. Por último, si el ensayo es realizado fuera de la atmósfera, estamos frente a un Ensayo Estratosférico.

Imagen 1: Tipos de ensayos.

¿Qué consecuencias tienen?

Dependiendo de la intensidad que tenga el ensayo y el lugar en el que se detone, el impacto de este puede variar. Los efectos y consecuencias se observan generalmente en el ambiente, la salud, la economía, la sociedad, las tecnologías y en otros aspectos específicos.

El impacto ambiental de los ensayos nucleares es uno de los más comentados por la población; entre las consecuencias está la lluvia radiactiva y el desplazamiento de las aguas. Sumado a esto, las secuelas que quedan en la salud del ser humano suelen ser masivas y perdurables en el tiempo, como deformidades en la descendencia y problemas respiratorios y cardiovasculares, entre otras enfermedades.

En cuanto a lo económico, los gastos abarcan las acciones previas, de ejecución y posteriores a la detonación del arma nuclear, como también los pagos de indemnización al ser considerada una actividad ilegal. El año 2020 se gastaron más de 72 mil millones de dólares en este armamento y solo Estados Unidos representa más de la mitad de esta inversión.

También hay consecuencias en el ámbito social, las cuales son mayoritariamente negativas. Por una parte, se genera un estigma hacia los países que realizan los ensayos -ya que desplazan a su población y rompen con el tratado acordado en 1996- y por la otra, hay estigma de quienes sufren secuelas físicas.

No obstante, los ensayos nucleares también presentan efectos positivos, como es el caso del desarrollo tecnológico. Su realización permite recabar datos que permiten mejorar las tecnologías existentes y estudiar nuevas reacciones químicas. También facilita la investigación de enfermedades relacionadas a la radiación, mejorando su tratamiento y descubriendo cómo evitarlas.

¿Qué ensayos conocemos?

Debido a la complejidad de los ensayos nucleares y su prohibición en los años 90’, no hay muchos registros de estos en el mundo. Los más relevantes comprenden una emisión de energía que varía desde las 19 mil toneladas de TNT hasta las 50 millones de toneladas. Para hacerse una idea, un sismo de 5 grados libera 1,8 mil toneladas de TNT y uno de 6 grados libera 58 mil toneladas.

A continuación, se presentan los ensayos más significativos y sus consecuencias:

Prueba de Trinity: se realizó por el ejército estadounidense en julio de 1945 como parte del Plan Marshall y es considerado el primer ensayo nuclear. Esta prueba sirvió para las detonaciones en Hiroshima y Nagasaki, emitiendo una energía equivalente a 19 mil toneladas de TNT.

Castle Bravo: esta prueba se llevó a cabo en Islas Marshall en 1954 y fue la detonación más potente del ejército de Estados Unidos. Tuvo una potencia de 15 millones de toneladas de TNT debido a un error de diseño, falla que provocó una lluvia radioactiva que contaminó gran parte del territorio aledaño.

Bomba del Zar: se conoce como la detonación más potente de la historia de la humanidad, ya que liberó una energía cercana a 50 millones de toneladas de TNT (parecido a un sismo de 8 grados). A diferencia de las anteriores, ésta la realizó el ejército soviético en 1961 y se compuso de hidrógeno.

Programa Nuclear de Corea del Norte: a pesar de que no hay mucha información acerca del armamento que poseen, se conocen seis ensayos subterráneos de armas nucleares desde el 2006. El avance de su tecnología se ve reflejado en estos, siendo la última detonación la más potente, con una intensidad entre 50 a 120 mil toneladas de TNT. Estos ensayos han generado impacto internacional, ya que son posteriores al Tratado, por lo que han sufrido sanciones como país.

Imagen 2: Ensayos significativos.

En síntesis, los ensayos nucleares han servido para probar la potencia de las bombas y ajustarlas según los efectos observados. Durante la segunda mitad del siglo XX fueron populares entre los ejércitos más poderosos, sin embargo, la población internacional se dio cuenta de sus diversos impactos negativos en el mundo. Luego del Tratado de 1996 se prohibieron los ensayos, pero eso no significa que se hayan descartado como un armamento militar a día de hoy.