Ceres: El planeta enano que brilla como un diamante

El universo es algo que no deja de deslumbrarnos nunca. Y es que gracias a todas las expediciones, estudios e investigaciones que realizan entidades como la NASA, la ESA —Agencia Espacial Europea— o la Roscosmos —por el lado de Rusia—, poco a poco entendemos los orígenes de nuestro planeta y de aquellos que son sus vecinos en el sistema solar.

Pero hoy hablaremos de un descubrimiento que, lejos de estar al otro extremo del vecindario del Sol, se encuentra nada más ni nada menos que en el Cinturón de Asteroides que existe entre Marte y Júpiter.

¿Qué es Ceres?

Para empezar, es uno de los variados planetas enanos que existen en el sistema solar. Fue el primer objeto observado en el cinturón por el ojo del astrónomo Giuseppe Piazzi, allá por 1801, y su nombre rinde homenaje a la diosa romana de la agricultura, cosechas y fecundidad, Ceres.

Este pequeño mundo demora 4,6 años terrestres en dar una vuelta alrededor del Sol. Por si fuera poco, un día terrestre allí dura solo nueve horas y no hay evidencia alguna de que posea una atmósfera como sus otros vecinos.

Agua salada bajo la superficie

También fue el primero en ser visitado por una misión espacial: la sonda de la NASA’s Dawn Mission.

Gracias a las muestras y datos que esta recolectó, todo parece indicar que Ceres alberga agua salada en el interior de su superficie y que sus áreas más brillantes se deben principalmente a depósitos de carbonato de sodio, un compuesto de sodio, carbono y oxígeno.

¿Y cómo? Los científicos señalan que el culpable es —probablemente— el agua, que provino desde un depósito de solución salina —con 40 kilómetros de profundidad y cientos de kilómetros de ancho— que, después de filtrarse a la superficie, se evaporó. El resultado final: una costra de sal tan brillante como los diamantes.

Figura 1. Esta imagen en falso color de la superficie de Ceres se hizo a partir de datos obtenidos el 29 de abril de 2017, cuando la nave espacial Dawn de la NASA estaba exactamente entre el Sol y Cere (Creditos: NASA).

Otras investigaciones realizadas en el cráter Occator terminaron de confirmar que Ceres es un mundo rico en agua al igual que otros cuerpos helados y que incluso tiene actividad geológica.

Pero… ¿Por qué brillan los depósitos?

Antes de Dawn, la comunidad científica notó misteriosas zonas resplandecientes a través de telescopios, pero su origen era desconocido. Cuando la sonda espacial se acercó a este pequeño planeta, capturó imágenes de dos regiones distintas y muy brillantes dentro del cráter Occator; a estas áreas las denominaron como Cerealia Faculae y Vinalia Faculae. Comprender el origen y naturaleza de estos sectores y determinar su edad, fue motivo para extender la misión hasta el 2018.

La información entregada por la sonda confirmó que esas zonas brillantes son jóvenes y que algunas de ellas incluso tenían menos de 2 mil millones de años.

Además de eso, los investigadores mapearon la densidad de la estructura de la corteza en función de la profundidad del planeta, utilizando mediciones de gravedad. Con estos resultados, infirieron que mientras la reserva líquida de Ceres se congela, la sal y el lodo se incorporan a la parte inferior de la corteza. También señalan la existencia de depósitos líquidos debajo y que es probable que sean reliquias de un océano antiguo.